Nazareth Tilve es entrenadora personal, especializada en entrenamiento en embarazo y posparto, y ejercicio físico con mujeres enfermas de cáncer. Ha desarrollado su carrera integrada en equipos multidisciplinares que tienen como objetivo dar una visión más global de la salud al involucrar profesionales de varios perfiles trabajando de forma conjunta para ofrecer un tratamiento individualizado y específico.
Este es uno de los casos con los que te encuentras que hace que te encante tu trabajo y valores como profesional la gran labor que hacemos y la importancia que tiene trabajar de forma interdisciplinar entre fisioterapeutas especialistas en suelo pélvico y nosotros.
Marga llegó a mí derivada por una fisioterapeuta especialista en suelo pélvico por un prolapso uterino de grado 3. Previamente había pasado por consulta médica y ese había sido el diagnóstico inicial. Al final, tras una segunda revisión y valoración por parte de otro médico, solicitada por su fisioterapeuta y yo misma, resultó ser un cistocele (proplapso de vejiga).
Evidentemente con un prolapso de grado 3 la solución era operarse pero por circunstancias personales esa opción tenía que esperar. Eso fue lo que llevó a Marga a ponerse en mis manos y ser tratada de una forma conjunta con la fisioterapeuta especialista en suelo pélvico.
En la siguiente gráfica hacemos un breve repaso de los tipos de prolapso y así nos ponemos todos en situación:
Tras un mes trabajando, Marga consiguió conocer su cuerpo y entender lo que le pasaba, porque ella a sus 57 años no entendía el porqué de su patología. Las consecuencias de varios partos no recuperados más una interrupción tardía de un último embarazo fue más que suficiente para que su suelo pélvico se fuese debilitando año tras año.
Hoy llevamos 4 meses con trabajo de movilización, coactivación y respiración, ejercicios que le ayudan mucho a tener más y mejor consciencia de su musculatura y, en general, de su cuerpo.
En cuanto al trabajo con técnicas hipopresivas hemos empezado de forma muy progresiva centrándonos en el vacío abdominal sumándole movimientos de brazos casi siempre simétricos, sin hacer más compleja la ejecución. Cuando tienes casos de esta magnitud a veces simplificar es nuestra mejor opción.
Trabajamos sin carga axial (Deméter / Variantes nivel 1 y 2) y realizamos posturas que favorezcan el cambio de presión abdominal y la disminuyan (Maya / variantes nivel 1 y 2). También es importante trabajar en estos casos posturas en bipedestación (Venus / variantes nivel 1 y 2), que Marga note, por poquito que sea, el trabajo de succión y vacío abdominal.
Un prolapso de grado 3, ya sea uterino, cistocele u otro, es una sensación continua de caída visceral, algo incomodísimo. Nos pasamos parte de nuestro día de pie, así que imaginad las sensaciones. Llegar a notar que con ejercicios hipopresivos tienes un poco de control sobre esa incomodidad diaria para ella ha sido una alegría inmensa.
Me encantaría contaros que Marga ha mejorado muchísimo. Ha mejorado, ¡sí! Gracias a la práctica de la técnica Low Pressure Fitness controla un poco más el prolapso a lo largo del día. Pero ella sabe, y nosotros también, que va a seguir ahí hasta que se opere. Nadie le explicó en su momento que esto podía llegar a pasar.
Creo que con un pequeño asesoramiento y prevención podríamos habernos encontrado con un prolapso de grado 1–2 o incluso ninguno. Como entrenadora personal y readaptadora lamentablemente me encuentro con estos casos más a menudo de lo que me gustaría y casi siempre, en el 80% de los casos, se podrían haber solucionado con información y prevención.
Con LPF tenemos en nuestra mano una herramienta increíble para mejorar la calidad de vida de las personas. Me encanta mi trabajo. ☺
Nazareth Tilve
Entrenadora certificada LPF-CT
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Me ha encantado, q explicación más sencilla y comprensiva, gracias