Mi nombre es Jorge Humberto Campos González, “Bull”. Radico en Aguascalientes, México. Soy Kinesiólogo, Trainer LPF y practico Muay Thai.
Estoy fascinado con todo lo que LPF aporta para mí, no sólo a nivel personal sino a nivel profesional.
Como Kinesiólogo, LPF supone un recurso fundamental en mi praxis. Soy del criterio de que las terapias que se imparten en mi sector deben implicar siempre a los pacientes, tanto a nivel preventivo como rehabilitador. Debemos pasar de ser intervencionistas a ser Coach que guíen y orienten sus procesos y ellos deben ser los protagonistas reales. LPF supone un recurso importantísimo por la cantidad de beneficios que aporta a mis pacientes, no es invasivo, permite de su participación, muestra resultados con cierta agilidad y resulta motivador para los pacientes dado que aprecian un bienestar general que no se logra con la aplicación exclusiva de una técnica manipulativa. LPF permite ser combinada con otras técnicas y eso hace que los profesionales sumemos recursos. Recientemente estoy atendiendo pacientes con patologías posturales. Con LPF estamos logrando, juntos, resultados muy satisfactorios y una mejora global de su estado anímico y físico.
Como deportista, LPF me está ayudando muchísimo en mi preparación para los combates de Muay Thai. Sus beneficios son muchos y avalo que son reales:
- Activa la musculatura del core mejorando el equilibrio.
- Mejora la coordinación por el trabajo de propiocepción.
- Aumenta la capacidad respiratoria aeróbica y anaeróbica.
- Estimula el retorno venoso mejorando la recuperación postesfuerzo.
- Aumento de la EPO endógena (valores hematológicos), lo que beneficia el rendimiento en entrenamiento y competición.
- Mejora la transmisión de fuerzas entre tren superior y tren inferior.
- Mejora la coactivación del core beneficiando la potencia en combate.
- Normotonización de la faja abdominal como prevención de posibles lesiones, especialmente en mujeres.
- Mejora el autocontrol emocional con el trabajo respiratorio, antes y después del encuentro en el ring.
- Prevención de lesiones derivadas de prácticas deportivas exigentes disociadas de una adecuada gestión de presiones intraabdominales.
Quiero hacer una mención especial a mis compañeras mujeres que compiten en esta disciplina. He visto a muchas de ellas combatir con incómodas fajas y he podido observar que ni con ellas tenían una buena competencia abdominal a la hora de impactar. Eso por no pararme ahora a analizar cómo se realiza el trabajo de abdomen y la falta de diagnóstico previo que trae unas consecuencias dramáticas en la salud femenina, sobre todo cuando se asocia con sus procesos de gestación. Claramente tenemos que apoyar a generar cambios y fomentar prácticas deportivas en condiciones más saludables.
Para los deportistas de alto rendimiento, el desconocimiento les puede llevar a percibir LPF como una técnica poco atractiva, sintiéndose más atraídos por ejercicios de fuerza o cardio. Yo les aseguro que el complemento que ofrece LPF en sus entrenamientos les puede llevar a otro nivel. Y ya puestos, les invito a que realicen una secuencia LPF completa, sin perder las pautas posturales en ningún momento y combinándolas con las respiratorias, sin bajar la guardia en las transiciones de posturas y sentirán que, efectivamente, es un sistema de entrenamiento muy exigente y demandante en su ejecución.
Veo un futuro en el que se incorpore LPF a los entrenamientos de Muay Thai antes y después de cada sesión. Sumar beneficios es necesario y, sin duda, nos lleva a obtener unas mejores marcas y resultados, a un menor coste de lesiones. ¿Qué más podemos pedir?
Dar a conocer Low Pressure Fitness en el entorno de los deportes de combate y en el ámbito profesional de la Kinesiología me parece poner a disposición de profesionales y deportistas un recurso importante. Educación, información y difusión: evolución y avance con LPF.