¿Eres de las/los que hacen interminables series de abdominales, cardio o incluso hipopresivos y no eres capaz de reducir la cintura? Con mucha probabilidad no consigues resultados porque la fórmula escogida simplemente no es la idónea para tu tipología de abdomen.
¡Hay tantas barrigas como personas! Ninguna es igual y por eso seguir el mismo entrenamiento o dieta no funciona para todo el mundo. Si tu propósito es mejorar la apariencia abdominal o reducir la panza, en primer lugar debes averiguar qué perfil de abdomen tienes y a continuación, definir la estrategia más eficaz.
Desde Low Pressure Fitness hemos hecho una clasificación de abdómenes más comunes para ayudarte a reconocerlos y a adaptar las pautas de recuperación abdominal con éxito.
JELLY BELLY
Seguro que reconoces con mucha facilidad el clásico six-pack michelín nada más verlo. Es el abdomen inconfundible de aquellas personas con unos cuántos kilos de más que se han transformado en gelatinosos michelines flotantes alrededor de la cintura.
El sobrepeso y obesidad son las causas principales del abdomen michelín. El mecanismo es fácil de entender: a mayor tejido graso, mayor volumen y número de michelines en la cintura. Se caracteriza por la voluptuosidad y consistencia blanda propia de la grasa subcutánea. El secreto en reducir la capa de grasa envolvente reside básicamente en alcanzar un balance energético negativo. Es decir, reducir la ingesta calórica al tiempo que aumentas el gasto metabólico con la ayuda de ejercicio y un estilo de vida más activo. Regularidad, constancia, nuevos hábitos alimentarios y ejercicio físico son tus aliados para combatir el muffin top que sobresale del vaquero.
MUMMY TUMMY
Mummy Tummy es el abdomen de las Mamis, propio de las mujeres que han dado a luz. El embarazo produce cambios anatómicos y fisiológicos observables en el abdomen y que pueden perdurar para toda la vida si no se pone un remedio adecuado. Además de las estrías, la piel flácida y la diástasis abdominal se pierde tono muscular en toda la faja abdominal después de la gestación.
El abdomen, en muchas ocasiones, no se recupera completamente pasada la ventana de recuperación propia del post-parto. En muchas mujeres, sobre todo las que no han hecho una adecuada rehabilitación, la barriguita típica de post-parto puede persistir por décadas. La particularidad del abdomen de madre es que la zona sub-umbilical se encuentra dilatada debido al debilitamiento del músculo transverso abdominal. Incluso, puede parecer una barriga de tres meses de embarazo.
Sin embargo, nunca es tarde para iniciar la recuperación del post-parto, aunque hayan pasado uno, dos o diez años. La rehabilitación específica abdominal puede lograr muy buenos resultados en combinación con el entrenamiento regular de Low Pressure Fitness, que es uno de los preferidos por las madres después de dar a luz.
BEER BELLY
Conocida como la barriga cervecera, Beer Belly es otro ejemplo ilustrativo de cómo nuestros hábitos se reflejan fidedignamente en el abdomen. Este tipo de barriga, conocida también como alcohólica, es muy redonda y voluminosa. Se puede llegar a confundir con un embarazo a término, con la diferencia de que en vez de crecer el útero, lo hace el hígado.
También se distingue fácilmente de la cremosidad de la barriga michelín puesto que la cervecera tiene la consistencia de un globo duro a punto de estallar. Además, en la cervecera la acumulación de tejido graso es predominantemente visceral (alrededor de las vísceras) en vez de subcutánea. Las vísceras abdominales se vuelven grasas. Como lo que inmoralmente se hace para lograr pate de foie gras. Las vísceras engordan por el exceso de azúcares del alcohol y de la comida basura. La grasa visceral es la más peligrosa de todas pues está asociada con un mayor riesgo de sufrir enfermedades cardio-metabólicas.
¿Entonces, qué puedes hacer? ¡Muy sencillo! Elimina los azúcares de la dieta (eso significa alcohol también). Verás como reduces drásticamente tu cintura y aumentas tu salud. De poco te servirá matarte a abdominales o hacer Low Pressure Fitness para bajar la cintura si no cambias la alimentación con urgencia.
TENSION BELLY
El abdomen estresado o por tensión quizá sea la categoría más difícil de identificar pues tiene la apariencia de un abdomen sano y delgado. Sin embargo, una detallada observación te permitirá ver cómo la zona alta del abdomen se encuentra tensa y abultada bajo las costillas. A pesar de que se ciñe en la zona media abdominal, por debajo del ombligo abulta nuevamente.
El estrés, la tensión o hiperactivación crean un exceso de tono en la musculatura superficial del abdomen (oblicuos y recto del abdomen) así como en el diafragma torácico que se encuentra oprimido por la tensión abdominal. En definitiva, es lo que viene siendo un abdomen hipertónico. La musculatura profunda abdominal se debilita por exceso de tensión de la superficial.
Es más habitual de lo que se cree y no es de extrañar con el estilo de vida actual y aumento de los desórdenes mentales por estrés. Si es tu caso, las dietas hipocalóricas o los ejercicios de alta intensidad no son una buena idea. Todo lo contrario, la mejor estrategia para devolver al abdomen una apariencia más saludable y menos rígida son los ejercicios de respiración, de relajación y de liberación miofascial sobre todo del diafragma, y recto abdominal. Los ejercicios de liberación miofascial diafragmática e hipopresivos del programa de entrenamiento Low Pressure Fitness son dos herramientas excelentes para liberar la tensión de un abdomen estresado.
BLOATED BELLY
Al igual que la anterior tipología, el abdomen hinchado cuesta reconocerlo a primera vista. Se le conoce también como la barriguita o panzita puesto que parece una pelota pequeña que infla o desinfla en el bajo vientre. A pesar de tener un bajo porcentaje de masa grasa, la apariencia no es la de un abdomen en forma.
El vientre puede hinchar por cambios hormonales que afectan al aparato digestivo o reproductor. Por ejemplo, cuando las mujeres estamos en período menstrual nos quejamos de ovarios hinchados o incluso después de un copioso menú nos lamentamos de pesadez. Normal, puesto que los intestinos, estómago, ovarios, etc., pueden inflamarse. Requieren de más espacio y nos alertan de que algo está pasando. Otro ejemplo, es el de las personas con enfermedades intestinales inflamatorias que sufren estos síntomas característicos del abdomen hinchado.
En estos casos, la consecución del Fit Belly estará determinada por el tipo de desarreglo hormonal o problema subyacente. Lo mejor es seguir los consejos de un profesional de la salud que valore tu caso individualmente. La liberación miofascial de Low Pressure Fitness te será un complemento ideal.
Recuerda que la mayor garantía de éxito reside en entrenar bajo la ayuda de un equipo multidisciplinar (nutricionista, fisioterapeuta, entrenador, médica). En nuestro directorio web puedes encontrar la lista de todos profesionales certificados en Low Pressure Fitness cercanos a tu cuidad que te pueden ayudarte a conseguir tus objetivos y a valorar tu abdomen.
Autora:
Dra. Tamara Rial
co-fundadora y desarrolladora de Low Pressure Fitness
Hola, buenas tardes, no estoy segura de que tipo de abdomen se identificaria conmigo, estoy entre mummy y bloated tummy, por que tengo diastasis abdominal pero también grasa subcutánea.
¿Que ejercicios serian los mas adecuados?